El sistema inmunológico es nuestra primera línea de defensa frente a diversas amenazas, tanto internas como externas. Este sistema está compuesto por una red de órganos y tejidos, como la médula ósea, el timo, el bazo y el tejido linfático, que trabajan en conjunto para protegernos de infecciones y enfermedades.
Mantener el sistema inmunológico en óptimo estado es esencial para combatir eficazmente virus, bacterias y otros patógenos que pueden afectar nuestra salud. Cuando el sistema inmune está fuerte, es más fácil mantenernos saludables y activos.